Algunas veces pienso...

Algunas veces pienso...
Fotografía tomada por Gustavo L. Tarchini

sábado, 5 de abril de 2008

EL MAR Y YO


Soy mediterránea. Mi tierra es árida, reseca; el sol impiadoso y ardiente; el suelo semeja la piel curtida, áspera y oscura de mis hermanos campesinos; los ríos de mi terruño serpentean amarronados o apenas verdosos por las melenas de algas crecidas en los recodos.

Sin embargo, amaba lo que no conocía, desde pequeña soñaba con el mar… y solo lo había visto en pinturas y fotografías.

Mis noches apacibles acunada por Morfeo estaban saturadas del olor salino de la brisa marina, mis pies eran lamidos por la suave espuma que moría en la playa al empuje de los vaivenes que indicaba Selene desde su cumbre plateada.

El color marino viraba desde el azul petróleo en las noches estrelladas, al rojo sangre cuando Apolo comandando su carro de fuego comenzaba a cruzar la bóveda celeste, o al celeste translúcido en los días más claros.

Mi ensoñación lo preveía enojado, con altas olas como garras alzándose, en protesta vana hacia el cielo en jornadas tormentosas; apenas brioso cual corceles blancos de agitadas crines sacudiéndose con el viento; o calmo y suave como una sábana de raso de irisado brillo.

Pasaron los años, y siguió estando presente en mis noches. A diario lo buscaba y comparaba con cada tinte de azul que se cruzaba en mi vida… En las campanillas florecidas, en unos ojos nórdicos, en el cielo o en un paño de mi querida bandera; hasta que surgió la oportunidad largo tiempo esperada.

Viajé durante muchas horas, y a pesar de la belleza de los campos vestidos de esmeralda en todo su esplendor, mis ojos se empeñaban en soñar azules.

Llegué, dejé el equipaje, y fui al encuentro de mi amado... Me paré frente a él y abrí los brazos para llenarme total e íntegramente de su magia, para recibirlo en cada poro de mi piel.

Mi adorado mar… sucumbí a su llamado. Como un lujurioso enamorado me envolvió y me tomó para sí. Emergí cual Venus, feliz, satisfecha y en íntima armonía.

Soy mediterránea, lo seguiré siendo hasta el fin; pero el mar me conquistó y me hizo suya para siempre.

Magui Montero
Nota:Costa De Viña del Mar. Chile. Año 2005 - Fotografía gentileza de Luis A. Gallardo Cortéz.

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Amo el mar

Amo el mar
fotografía tomada en la costa de Chile por Luis A. Gallardo Cortéz.